Descripción
El karité crece en estado salvaje en África, especialmente en Burkina Faso, Costa de Marfil, Malí y Sudán.
La manteca de karité ha sido usada durante miles de años para aliviar, curar enfermedades de la piel y el cuero cabelludo, decoloraciones de la piel, cicatrices y arrugas, como relajante muscular, analgésico para hinchazones y artritis y como filtro solar. Es antioxidante gracias a las vitaminas A y E la manteca de karité protege de los radicales libres, del envejecimiento, ideal contra el acné, la psoriasis y otros problemas de la piel como la dermatitis.
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