Beber una infusión de malva aporta numerosas propiedades que poseen tanto las flores como las hojas. Su uso es para cuando hay tos irritativa, sequedad de garganta, bronquitis, lesiones bucales, afecciones del aparato digestivo.
La malva se puede usar en forma externa, esta misma preparación sirve para apósitos y baños contra úlceras, erupciones cutáneas y hemorroides, en casos de abscesos, callos, diviesos, eccemas, forúnculos, golondrinos, granos, sabañones e varias tipos de irritaciones de la piel.
La malva tiene acción desinfectante, muy eficaz en caso de combater las infecciones del tracto urinario como la cistitis. Aliada contra el cáncer gracias a sus propiedades regeneradoras a nivel celular, su efecto es estimular la producción de nuevas células, contrarrestando la formación de células tumorales.
La malva tiene propiedades relajantes, antiinflamatorias y expectorante ayudando en casos de gripe, resfriados, tos, catarro y bronquitis
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